
MÚSICA, VIVENCIAS Y ROCK AND ROLL
txt. Ruth López
“Siempre supe que quería ser músico, pero nunca pensé en vivir de la música”. -Keru Motocaca-
Manuel Alejandro Valtierra Romo, mejor conocido como “Keru”, fue guitarrista, vocalista y saxofonista de la banda de rock oriunda de Ciudad Juárez: Motocacas, iba a ser bautizado por Carmen Salinas y siempre supo que quería ser músico.
Influenciado por su padre Manuel Valtierra, – músico pionero del Rock And Roll en México, internacionalmente conocido por el grupo sesentero The Seven Teens y su trabajo orquestal -, se inició en la música a través del piano, muy a su pesar, pues siempre quiso tocar la guitarra ( La Fender Telecaster y la Hollow Body son sus favoritas -).
(…) ¿Guitarra? No vas a tocar la guitarra, si quieres estudiar música, vas a tocar piano, padre de todos los instrumentos. (…) le dijo su padre y fue así como se incursionó en el ámbito musical, logrando tocar a temprana edad en recital del INBA.
“…En mi casa no siempre hubo rock –puntualiza- Bill Haley, Chubby Checker y La Orquesta de Billy Vaughn, se escuchaban a diario; The Beatles, Queen y Jimmy Hendrix, entraron en mi vida, por mis tías …”
Decidió hacerse músico, el día que en una clase, su maestro de primaria, le preguntó ¿Qué quería ser “de grande”? y muy seguro dijo: músico, al instante todos se carcajearon y el maestro afirmó que eso no era un empleo, “.. Ahí, supe que quería ser músico…” –asegura-
Keru Motocaca nos concedió una entrevista para profundizar en su trabajo.
P. ¿Cuándo te iniciaste en el rock?
R. En la secundaria; comencé a escribir “letrillas”, después me uní a unos amigos que tocaban covers de Pantera y Metallica (mis papas me obligaban desde niño a cantarle “a las visitas”) y me gustó; yo nunca quise vivir de la música, anhelaba tocar y viajar, lograr una conexión con la raza, porque la neta, nos tocó una época muy chida, en Ciudad Juárez, tuvimos grandes bandas con sonidos frescos y propuesta.
P. ¿Cuáles eran tus bandas favoritas locales?
R. Iba a los conciertos de Karma, Mambo, Mary La Aturdida, Adicción, Misterio, Nemesis, Las Muñecas Atomicas, Seis Pies Penny, La Flota del Puente Negro, (de mi primo chumel) Basovia, Ultra Tolidos Sonicos, Galos Pol, Atrofia, Liah, Zona Muerta, Los Paganos, entre otras, la escena musical era muy grande, ya fuese en la Feria, en La Juárez, en PRONAF, en el bar “La Raya”, en el “Sicodelia”, el “Tlaquepaque”, “El Reno”, “En La Bodega”, “Cronopios”, “El bombín” , ahí conocí a una banda que se vestían de pachucos, se llamaban “ Los clásicos” ; la oferta era mucha y muy diversa.
P. ¿Cuáles fueron tus influencias musicales?
R. Metallica, los Red Hot Chili Peppers, Queen (desde morro me parecieron muy evolucionados), Nirvana, Pantera, prácticamente todas esas bandas que mi madre me prohibía cuando todavía podía, el Kill ´Em All, cambio mi vida. Pero yo no quería tocar covers, recuerdo que mi primo Ricky me invitaba a que tocara con ellos en un grupo de cumbias y nunca quise. Así que mi primo Juan y yo empezamos a hacer canciones con el bajo y una guitarra acústica, después me rompí el brazo y comencé a cantar; teníamos una banda y nos llamábamos “Teos” -que significa “dioses” en griego – o “Zefir” –nombre del cuarto rey mago que quiso matar a Dios- . “jaja”
La primera vez que íbamos a tocar fue con otro grupo, Paranoia, que tocaba covers de Metallica, recuerdo que estaba castigado y era nuestro primer toquín, con muchos rockers, (en ese tiempo la publicidad era con volantes, nada de redes sociales) y no me importó así que me brinqué la barda, enyesado del brazo y así me fui. La adrenalina me gustó y me enamoré del escenario.
P. ¿Cómo surgió Motocacas?
R. Cuando mi primo se fue a trabajar con otra banda porque no le podía pagar, quienes siguieron tocando pero con otro músico, que se apellidaba Cobos. Así que en el 97’ empecé a tocar con mi amigo Mario Valverde, mis hermanos Babo, Chompy y yo. Nunca pensamos en salir del cuarto, sólo crear. Después mi papá se empezó a interesar y se me ocurrió incluir el saxofón, él me ayudó a encontrar el sonido adecuado.
De pronto un día surgió la idea de llamarnos “Motocacas”, cuando otra amiga nos comentó que vio un programa de televisión que se llamaba “Ocurrió así” en el cual explicaban que España era la ciudad con más cacas de perros en la calle y buscaron una solución: motos adaptadas con unas aspiradoras que recogiera el excremento. Como yo quería un nombre que no tuviera nada que ver con la música, me gustó.
Pasó el tiempo y una amiga que nos escuchaba ensayar, nos comentó que iba a ver un concurso de rock en el que te grababan un demo y tocabas con Azul Violeta, que deberíamos inscribirnos, pero no le dimos importancia, sin embargo ella nos inscribió. Participamos y tocamos en una eliminatoria con Seis Pies Penny, Dioses Aztecas, Prune, que ahora son S*piral, Dioses de la Oscuridad (que fueron los que ganaron), entre otros y a partir de ese festival nos conectamos con muchas bandas y pudimos tocar, de hecho ahí conocimos a Mary La Aturdida, Topo Rocks, Rojos a la Mitad, Golpe, Gran Plan, Los Nicos, Fixed Idea, Fuga!, Plaztik, Rotor, La Bomba Clandestina, Peccata Minuta, Sonofosis, Hecho en México, Lola Pelusa, y muchas otras.
Creo que lo que hizo que la gente nos volteara a ver fue el saxofón porque fuimos los primeros en este género más callejero en incorporarlo. A partir de ahí nos comenzaron a seguir, el slam era seguro en nuestras tocadas. Así que empezamos a tocar más, recuerdo que una vez tocamos con Santa Sabina, en el Monumento, nunca olvidaré toda la gente presente; también recuerdo cuando le abrimos a Sekta Core en el 99; esa invitación surgió porque tocábamos en “El Millenium”, que era propiedad de los musicos de Nexus6 que nos preguntaron sobre bandas mexicanas que valieran la pena, les platicamos del disco “Morbos Club” y los trajeron.
P. ¿Cómo era el movimiento musical en aquéllos tiempos?
R. Había muchas bandas, muchos escenarios y mucho trabajo, pero también había mucho organizador “colmilludo” que no te pagaba o te pagaba con cerveza, de tal manera que la solidaridad entre bandas no era tan buena, puesto que unos se malbarataban y otros dejaban de tocar.
P. Tocando ese último punto, es común que en el gremio del arte, incluyendo la música, haya un conflicto de intereses entre promotores, productores y el artista. ¿Cuál es tu percepción actual sobre esto?
R. Ahora es más fácil, uno no depende tanto del productor, del promotor o del “manager” como antes, cuando tenías que pagarle a cinco o seis estudios para obtener un LP, existen muchas herramientas para ser autosuficientes, pero no es fácil, como cualquier actividad artística y cultural. Cuando nosotros tocábamos, pudimos grabar con “El Che” cuando todavía no tenía su estudio AudioLab, que nos ayudó mucho, recuerdo que nos dijo que si encontrábamos un lugar para grabar, él nos alcanzaba allá y salía más barato.
Recurrí a otro amigo Marco Saenz – el creador de mi apodo “Keru”, que por cierto surgió porque según él, cuando yo le entraba al slam, parecía querubín playero-, le pedimos espacio en una casa que tenían sus papás y así surgió nuestro primer disco e incluso nos incluyeron en la radio, recuerdo que ese momento fue muy importante, yo estaba como Alex Lora, así de: “me grabas jefa”.
P. ¿Cómo fue que evolucionó Motocacas?
R. Era común que no te pagaran, que tocaras “por amor al arte” o por cervezas; al fin y al cabo lo que uno quería era tocar, pero también era difícil, era mucha fiesta, el rendimiento no era el mismo, las borracheras eran muchas, (mmmm que rico, jaja) empezaron a ver desacuerdos, lo normal, supongo, pero a mí ya no me llenaba tanto.
Después nos encasillaron en el ska y eso no era lo que buscábamos, conseguimos a otro guitarrista y a partir de ahí la alineación fue variando, (El Joe de Adicción -guitarra, Memo Estrada de la banda Abstracto – guitarra, Javier El Piochas Bounds de la banda Karma – guitarra, Charlie García de la banda Mambo – teclados y percución, Nacho Chavez de la banda Las Monicas – acordeón, Jorge El Chinguetas de la banda El Aparato – coros, al final nos quedamos mis hermanos y yo, grabamos otro disco, con El Piochas, con otro sonido, más básico, sin saxofón.
A pesar de que hicimos muchas canciones, no las grabamos, sólo las tocamos, entonces un día, muere mi amiga Selina y mi percepción de la vida cambió, pensé que teníamos que grabar, así que compramos equipo para hacer un estudio y yo comencé a escribir más.
Enfermaron mis padres estábamos a su cuidado y dejamos el proyecto a un lado.
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